miércoles, 4 de marzo de 2009

ARROZ Y POCO CIRCO

Últimamente anda la comunidad laowai medio revuelta, porque han cancelado dos conciertos de Oasis que ibas a tener lugar aquí en Shanghai, donde no andamos precisamente sobrados de actividades culturales, y en Pekín. Oficialmente, el concierto ha sido cancelado por problemas financieros, como dice el Shanghai Daily, pero Radio Patio, que a falta de algo mejor aquí funciona muy bien, dice que es por otro motivo. A saber: que los señores que forman este grupo, hace tiempo participaron en un concierto a favor de la independencia de cierta provincia rebelde cuyo nombre empieza y acaba por T.

Y es que las autoridades de este gran país que me acoge están ya calentitas con el tema porque otra señora, cantante de nombre impronunciable y nacional de un país que está a punto de poner el cartel de “Cerrado por quiebra”, dio aquí un concierto, y al acabar tuvo la genial idea de gritar “Free T***t”, para gran regocijo, supongo, de gafapastas, fans del buenrollismo y habitantes del País de la Piruleta en general.

Como comprendereis, mis opiniones sobre la situación de esta provincia más o menos rebelde y más o menos invadida y oprimida, me las guardo para mi. Pero mi opinión sobre los señores de Oasis, la señora Bjork, o como se escriba, y los laowais que se quejan porque se han quedado sin concierto, sí quiero compartirlas con vosotros. Que hoy tengo tiempo libre y llevo mucho sin ladrar.

Vamos por puntos:

-Uno. La que acepta venir a llenarse los bolsillos en un país con cuyo régimen no está de acuerdo. Señora de nombre impronunciable, sea usted consecuente, que además puede permitírselo (no creo que estuviera tan falta de pasta, aunque ahora mismo, a saber): no venga. Váyase a actuar a Taiwan, a Corea del Sur o a Soria. Si le importa tanto la suerte de los tibetanos, cosa que dudo, dígalo bien claro, que no viene a China porque son malos malísimos y además de chop suey con sus abuelos se comen crudos a los niños tibetanos.
Pero no de el concierto, y luego suelte una frase vacía que la mitad de los presentes ni siquiera entendieron (ay, no, que en Buenrollolandia todos hablamos inglés, faltaría más). Porque mientras que usted lo único que ha perdido es la fiesta de después en el backstage, los organizadores tendrán que dar explicaciones a las autoridades, y creedme, por lo que me ha contado Radio Patio, no es una experiencia agradable. Eso, y que volverán a tener trabajo cuando yo pueda contar un chiste en chino (o sea: nunca jamás).

-Dos. Los que primero dan un concierto criticando la integridad territorial de un país, y luego pretenden ir a ese mismo país a poner el cazo. A esto en mi tierra le dicen estar en misa y repicando, o más prosaicamente, ser un hipócrita. Vamos, que me parece estupendo que les hayan cancelado el concierto. Además, que así les dan la oportunidad de sentir en sus carnes una milésima parte de lo que soporta ese pueblo que tanta pena dicen que les da.

-Tres. Los laowais que se indignan, no por cómo trata el gobierno de este país a algunos de sus ciudadanos, si no porque ellos se van a tener que quedar con las ganas de ver al grupo de marras. Se me parte el corazón. Queridos míos, esto es lo que hay, ya lo sabíamos todos antes de venirnos a China. si no os gusta, aquí en Shanghai tenemos un tren estupendo y con una tecnología punta que en 5 minutos te lleva al aeropuerto.

2 comentarios:

  1. Pues menuda gracia les haría a los organizadores lo de Björk... Aish!! Har maneras y maneras... Tienes razón!

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  2. ¿Qué se jodan los Oasis! Por oportunistas sino que se vayan a Lhasa a dar un concierto.

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